El fiscal halla las tapaderas de Panamá donde esconden su botín González y Edmundo: Rafaello y Amalfi
La investigación sobre la ‘Operación Lezo’ en Latinoamérica estrecha el cerco sobre el paradero de las comisiones millonarias que obtuvo el ex presidente madrileño, Ignacio González, y el ex presidente de la filial colombiana del Canal de Isabel II Inassa, Edmundo Rodríguez Sobrino.
Según ha podido saber OKDIARIO, los investigadores han localizado en Panamá «dos empresas pantalla», Rafaello Investment Corp. y Amalfi, que habrían empleado González y Rodríguez Sobrino para canalizar parte de las mordidas millonarias obtenidas en una cuenta Suiza, tras la adquisición de la filial brasileña Emissao Engenharia e Construçoes.
Los investigadores sospechan que la sociedad Rafaello podría estar vinculada a Ignacio González y habría redirigido el dinero defraudado hacia la segunda empresa, Amalfi, relacionada con Edmundo Rodríguez Sobrino. Durante los últimos registros, se habría encontrado documentación de esta segunda «empresa pantalla» en poder del ex presidente de Inassa.
Las comisiones ilegales las habrían conseguido tras la compra de la brasileña Emissao en 2013 por 21,5 millones de euros a través de la colombiana Inassa, que presidía el propio Rodríguez Sobrino. Apenas un año después de ser adquirida por el Canal de Isabel II, el valor de Emissao era de tan solo 5,1 millones.
Esta operación se realizó con otra sociedad ‘offshore’ uruguaya como intermediaria denominada Soluciones Andinas del Agua.
González y «su banda» consiguieron desviar al menos 4 millones de euros a sociedades panameñas y a otros paraísos fiscales desde la cuenta de Suiza, a la que se transfirieron unos 19 millones por la compra de la empresa brasileña. Dicha cuenta, a nombre del entonces presidente de Emissao, Sebastiao Cristovam, fue bloqueada por los investigadores con unos 15 millones, el resto del dinero ya había desaparecido.
De esos 4 millones de euros desviados a Panamá y otros paraísos fiscales, más de 1 millón de euros se habría transferido a las sociedades Rafaello y Amalfi con»disposiciones inmediatas». Las fuentes consultadas por este diario aseguran que los investigadores habrían encontrado varios documentos en diversos registros que acreditarían estas transferencias.
Los beneficiarios finales de estos fondos serían, según la investigación que realiza la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, UCO, y la Fiscalía Anticorrupción, González, Rodríguez Sobrino y otros dirigentes del Canal de Isabel II y de la propia filial Emissao.
La mayor preocupación de Anticorrupción y la UCO sería localizar el dinero defraudado por el ex presidente madrileño. Ignacio González sigue encarcelado en la prisión madrileña de Soto del Real en la misma celda que su hermano, Pablo González.
En el mismo centro penitenciario, se encuentra también en prisión incondicional Edmundo Rodríguez Sobrino, considerado el hombre fuerte en Latinoamérica de González. Éste fue destituido de su cargo en Inassa en abril del año pasado, después de que su nombre apareciese en los «papeles de Panamá» vinculado a tres empresas en Hong Kong.
Los registros en Colombia
Hace dos semanas, la fiscal Anticorrupción que investiga junto a Carlos Iañez la ‘Operación Lezo’, Carmen García Cerdá, se trasladaba a la ciudad colombiana de Barranquilla para participar junto a varios agentes de la UCO y del Ministerio Público colombiano en el registro de la sede de la filial del Canal de Isabel II Inassa.
Fuentes de la investigación señalan a este diario que los registros «fueron muy fructíferos» ya que se encontró «documentación muy valiosa» para seguir avanzando en la instrucción. Tras esta operación, las autoridades españolas y colombianas han organizado un grupo de trabajo conjunto para continuar las pesquisas de forma coordinada.
Inassa fue constituida en 1996 entre Aguas de Barcelona (AGBAR), con una participación del 51 %, y los inversores colombianos Enrique Gerlein, Luis Niccolella y Nelson Polo Carbonell, titulares de la firma sociedad Latina de Aguas (Slasa), con el 49%. En 2001, Canal de Isabel II compró el 75 % de Inassa, con lo cual se convirtió en socio mayoritario de Triple A, empresa encargada a su vez de operar el acueducto y alcantarillado de Barranquilla y otras 14 poblaciones cercanas de la costa atlántica colombiana.